Las bombas de calor geotérmicas funcionan aprovechando la temperatura del suelo normalmente a través de sondeos.
El fluido que se hace circular dentro de los mismos se envia al intercambiador de la bomba de calor.
Principalmente existen dos sistemas:
Uno denominado de circuito abierto, donde se toma el agua directamente del acuífero enviándola a la bomba de calor y se devuelve a través de un segundo pozo de inyección.
El otro sistema es el llamado sondeo vertical de circuito cerrado donde se hace recircular un fluido glicolado para aportar la temperatura del mismo al intercambiador de la bomba de calor.
También hay otros sistemas geotérmicos como el horizontal, que es bastante popular para algunas aplicaciones o la captación de temperatura a través de pilotes geotérmicos en obra nueva y una gran variedad de soluciones para aportar la temperatura del suelo a las Bombas de calor.
La combinación de estas máquinas con energía solar fotovoltaica al igual que en la aerotérmia aumenta su eficiencia a unos niveles sorprendentes.